Código Ingenios y la división internacional del trabajo

Correa en un honoris causa
En cada conferencia internacional, Correa ha difundido la teoría de la nueva división internacional del trabajo. Foto: Agencia Andes

¿Qué tiene que ver el Código Ingenios con la división internacional del trabajo?

Por su dimensión y por el tamaño de su economía, Ecuador no solía ser parte activa del concierto internacional: generalmente participaba con un rol que le era asignado, que no era muy diferente que el de otros países Latinoamericanos o del Caribe: plantear algún tema de interés doméstico (como el arbitraje papal nunca aceptado, cuando había una controversia limítrofe con Perú) ante una Asamblea General de la ONU parcialmente vacía (o parcialmente llena, siendo optimistas).

Sin embargo, de un tiempo acá, Ecuador ha participado con un rol más proactivo en la comunidad global. Con sus bemoles, limitaciones, dificultades y retos, el país ha planteado ideas novedosas como el pago por emisiones netas evitadas (inspirado en la lógica de pago por reducir emisiones contaminantes, que es principio detrás de los bonos de carbono); un tribunal internacional de justicia ambiental; un principio de ciudadanía universal; una nueva arquitectura financiera regional; una moneda común, al menos para balanza comercial intra regional; entre muchas otras.

Podemos decir que el país se ha ganado a pulso reconocimientos internacionales, como el haber participado en la mesa de coordinación del acuerdo suscrito en la XXI Conferencia Internacional sobre Cambio Climático celebrada en Paris, el año pasado; así como la invitación a dos eventos organizados por el Vaticano: el 28 de abril de 2015, participó en la conferencia previa a la publicación de la encíclica ambiental Laudato Si; y el 15 de abril de 2016, en la conferencia sobre nuevos retos y desafíos del Centesimus Annus, cita que reunió al Presidente de Ecuador con líderes progresistas del mundo, como el Presidente de Bolivia, Evo Morales o el entonces pre candidato presidencial demócrata, Bernie Sanders.

En dicha conferencia, el Presidente Correa analiza críticamente la encíclica emitida por Juan Pablo II en las postrimerías de la guerra fría; y contextualiza su lectura a la luz de asuntos que son de debate mundial en la actualidad: la inequidad, la ideología neoliberal y la nueva división internacional del trabajo.

¿Y qué tenía que ver esto con Código Ingenios?

En cada uno de los distintos eventos internacionales en los que ha participado, el Presidente Correa ha transmitido el concepto de liberar la ciencia y la tecnología de las barreras legales que el sistema capitalista imperante le han impuesto desde hace dos siglos: como el conocimiento no tiene rivalidad en el consumo (esto es, no se agota por el hecho de que más personas conozcan), ni tiene barreras intrínsecas para ser compartido (la facilidad y frecuencia con que se “piratean” libros, se “hackean” computadores, se “filtran” investigaciones o se “jailbreak” teléfonos, lo demuestra), el capitalismo actual ha impuesto sobre el conocimiento y la tecnología, barreras legales como: las patentes, los derechos reservados, las órdenes de cese y desista, las tutelas judiciales y administrativas; e incluso las sanciones penales por violación de derechos de propiedad intelectual.

Las barreras legales en la propiedad intelectual cumplen, además, una función en el orden mundial: así como en los siglos pasados, los países centrales fabricaban bienes industriales, asignando a los países periféricos el proveer materia prima (a costo bajo); a partir del siglo XX, los países centrales han pasado a generar bienes del tercer sector (servicios, creaciones intelectuales, industria cultural, informática, medicina, etcétera), desplazando a la periferia la tarea de realizar bienes industriales, particularmente aquellos que representan mayor costo ambiental. Esta nueva división internacional del trabajo se completa con las relajadas normas ambientales de los países periféricos, lo que permite que los bienes industrializados que el primer mundo importe, no tengan internalizados los costos que normalmente deberían asumir las industrias si se aplicara el principio ambiental de que “el que contamina, paga”.

Pero Ecuador no ha limitado su crítica a la nueva división internacional del trabajo, a la voz en conferencias: lo ha hecho realidad en varias normas. Hasta 2014, la ley ecuatoriana sancionaba con prisión de tres meses a tres años y onerosas multas a la falsificación de mercadería, cuando los convenios internacionales exigen sanción penal, pero no obligan a que esa sanción sea prisión. Actualmente el Código Orgánico Integral Penal sanciona únicamente con multas, que llegan incluso a 295 salarios básicos unificados del trabajador en general, pero no comprometen la libertad de la persona. Llevar a una persona a la cárcel por romper barreras legales fijadas sobre el conocimiento, es lo más cercano a la prisión por deudas, que ahora está prohibida en convenios internacionales de derechos humanos.

El Presidente Correa dijo en abril de 2016 en el Vaticano que: “La privatización del conocimiento es ineficiente socialmente hablando y, una vez creado, el conocimiento debería estar disponible para el mayor número de personas. Esto no significa que tiene que confiscarse a los inventores, porque existen otras formas de compensar el conocimiento sin necesidad de privatizarlo. Si debe existir un bien con destino universal, es precisamente el conocimiento. (el resaltado es del discurso original).

Se debate actualmente en la Asamblea Nacional una nueva legislación sobre propiedad intelectual: el Código Ingenios. Debería esperarse que la bancada de gobierno apoye las ideas que el Presidente y el Gobierno de Ecuador vienen impulsando desde distintos foros internacionales, de manera consistente y durante años. De otro lado, también el Legislativo debate una nueva legislación sobre derecho ambiental. También debería recogerse en ese nuevo Código, aquellas ideas que Ecuador viene impulsando en el concierto internacional.

Software libre, compartir las fuentes de la tecnología

A continuación reproducimos un post de Henry Izurieta, publicado originalmente en Rupturas, en enero de 2014:

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Conforme avanza la tecnología, cada vez más aparatos tienen lenguajes de programación. Imagen: Backdoor Survival

Con el software tenemos relación la enorme mayoría de las personas, casi la totalidad no son conscientes de ello. Por ejemplo, en Ecuador en más del 80% de hogares, alguno de sus miembros tiene un teléfono celular. Pues bien, ese aparato funciona gracias al software. Quizá el uso más evidente sea cuando se escribe un mensaje cuyas palabras se completan “automáticamente”. Allí un programa, un software, analizó las pulsaciones y propuso a la persona una o varias palabras y así le evitó digitar toda la palabra.

El software es el conjunto de instrucciones que son ejecutadas en el celular, computadora, televisión, automóvil, Pegaso –el primer satélite ecuatoriano– ¡incluso por las cocinas, refrigeradoras, lavadoras e inodoros! Va unido ineludiblemente al hardware. Permite que esos aparatos hagan “algo”, como prenderse a la hora adecuada, o impedir que se abran las puertas de auto cuando esta en movimiento o que la computadora busque el archivo que creé hace seis meses y del que no me acuerdo el nombre.

Entonces usted convendrá conmigo en que está casi en todo. Vale la pena conocer algo de este ámbito: el lenguaje en que están programadas estas instrucciones.

Los lenguajes de programación

What is Art?

Programar computadoras es un arte, porque aplica conocimiento acumulado por el mundo, porque requiere habilidad e ingenuidad y especialmente porque produce objetos de belleza. Donald Knuth, 1974. Foto: Steve Jurvetson

Ese conjunto de instrucciones llamado software son escritas en lenguajes de programación. Uno de los más difundidos es el conocido comojava”, que es con el que se escriben los programas para la mayoría de celulares. Posiblemente uno de los que más ha contribuido al desarrollo de la informática es el C. Hay unos lenguajes muy cercanos a las máquinas conocidos como ensambladores que permiten al programador adentrarse en los chips de la máquina; otros como elBasic que facilitan el proceso de aprendizaje de la programación; elProlog para desarrollar la inteligencia artificial. En una lista de lenguajes pude contar más de 600.

La escritura con esos lenguajes es cada vez más compleja, tanto que ha dado origen a lo que se conoce como ingeniería de software que es el desarrollo de programas o sistemas en forma sistemática, metodológica y aplicando conceptos científicos. Estos conocimientos sistematizados posibilitan diseñar programas cuyo nivel más alto de complejidad se denomina Arquitectura del Software.

Con el software sucedió lo mismo que con la mayoría de situaciones en el capitalismo: se funcionalizó. Alguien necesitó realizar ciertos procesos con su información y recibió la ayuda de otro alguien que sabía cómo hacerlo que, a su vez, recibió unos dolarines por resolver la necesidad del primero. Nació el comercio del software. IBM fue de las primeras empresas que construyó computadoras y desarrolló software. Luego, con el aparecimiento de las computadoras personales se produjo un “boom” en el desarrollo de programas. Actualmente se pueden encontrar cientos de miles, quizá millones, útiles para las más diversas actividades.

Apropiándose del conocimiento

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Radical, polémico, divertido y hippie. Richard M. Stallman difunde el Software Libre y los principios de compartir y liberar. Foto: Ade Oshineye

Microsoft es la empresa más conocida en el desarrollo de software. Sus productos estrella: Windows y Office, entre muchos otros, le han permitido obtener gigantescas ganancias y a sus dueños estar en la lista de los más millonarios de este planeta. No son los únicos, también están en esa lista los dueños de Macintosh, Oracle y otras empresas. Para proteger sus programas y garantizar sus ganancias los patentaron. Algo aparentemente muy normal. Pero el conocimiento de hoy es base para el conocimiento de mañana. Si yo patento mi programa y este es base para el que usted está escribiendo, pero yo no le autorizo a utilizarlo, ¿Qué pasa? Bajo la legislación actual, simplemente que usted no podrá desarrollar sus ideas, debe desistir de hacer ese programa.

Eso le sucedió a Richard Stallman, un científico del MIT (Instituto Tecnológico de Massachusetts) una universidad que ha realizado importantes aportes a la ciencia. Él escribió un programa que requería de unas líneas de código patentadas por una empresa. Al solicitar autorización para utilizarlas, le negaron.

De casos parecidos están llenos los juzgados del mundo. Genios de la informática deben limitar su creatividad a la voluntad de empresas que por propia conveniencia impiden el uso de programas que patentaron y con ello limitan el avance tecnológico y científico.

Eso me hace acuerdo de lo escrito por un “dinosaurio” que sostuvo que las fuerzas productivas que en un momento promueven el cambio y el avance, en otro momento lo detienen para proteger sus intereses. Muchos intentan enterrar los aportes de Carlos Marx pero no pueden ocultar que en este caso también tiene la razón.

De paso, los programadores de hoy, en los hechos, son los obreros del pensamiento equivalentes a los obreros fabriles en la época de este pensador. Los monopolios se apropian de las ganancias producidas con el esfuerzo intelectual miles de programadores. Los explotan. Con el aditamento que el proceso de venta es planetario y facilitado por el internet. Tan buen negocio que las empresas tecnológicas están entre las de mayor crecimiento y calificación en las bolsas de valores.

Y nació el software libre

GNU is not Linux
GNU es un acrónimo de «GNU is not Unix». Gnu también es un animal antílope asiático.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Más que solo programas Stallman tomó una decisión trascendente. Comenzó a escribir los programas desde cero. Así no tendría que pedir permiso a nadie. Pero hizo algo más, patentó esos programas, con la particularidad que en vez de impedir su uso, dejó en libertad a cualquier persona para que los use en lo que desee, pero condicionándolo a que haga lo mismo con los suyos. Es decir, todo lo contrario de lo que generalmente hace una patente.

Por eso, a este concepto se lo conoce como “Copyleft”. En estos días existen varias licencias de ese tipo, Stallman recomienda el uso de la denominada Licencia Pública General (GPL). Así se creó el denominado Software libre que también es un movimiento social a nivel mundial.

Efectivamente, a lo largo y ancho del mundo en más de treinta años se han integrado miles y miles de personas de las más diversas aficiones, profesiones e intereses para entregar su contingente, generalmente gratuito, para desarrollar miles y miles de programas que ponen a disposición de todo el mundo. Todos ellos demuestran un compromiso digno de valorar e imitar.

Además de entregar sus conocimientos promueven valores importantes. Los programas que ellos desarrollan y entregan a la comunidad bajo la licencia GPL cumplen las denominadas cuatro libertades:

  • La libertad de ejecutar el programa para cualquier propósito (libertad 0)
  • La libertad de estudiar cómo funciona el programa, y cambiarlo para que haga lo que usted quiera (libertad 1). El acceso al código fuente es una condición necesaria para ello.
  • La libertad de redistribuir copias para ayudar a su prójimo (libertad 2).
  • La libertad de distribuir copias de sus versiones modificadas a terceros (libertad 3).

Esto le permite ofrecer a toda la comunidad la oportunidad de beneficiarse de las modificaciones. El acceso al código fuente es una condición necesaria para ello. La libertad que propugna el Software Libre radica en la posibilidad que cualquier programador tenga acceso a los códigos del programa escrito por otro programador y pueda hacer lo que quiera.

A su vez, a luz de la licencia GPL, éste debe comprometerse a entregar a la comunidad el producto de su creatividad. Los usuarios, o sea todos, nos beneficiamos porque podemos recibir los mejores aportes del desarrollo del software sin que medie el interés de control de mercado por parte de las empresas del ramo.

También porque las metodologías de desarrollo libres brindan la posibilidad de conocer en detalle lo que hacen los programas en las computadoras, lo que está negado con el otro software que se lo conoce como privativo, dado que nos priva de ejercer nuestra libertad.

Un beneficio adicional, es el de tomar conciencia sobre el concepto de propiedad. ¿A quién le pertenece el conocimiento? En el contexto del capitalismo ¿Se aplica el aforismo: “el conocimiento es universal”?

¡Qué tal si me hace conocer su opinión!

Un aporte a la humanidad

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Compartir no sólo permite alcanzar más rápido los objetivos, también implica ser consecuente con los principios que enseñamos en casa. Foto: talkingplant

Es asombroso. Miles y miles de desarrolladores en todo el mundo: norteamericanos, rusos, chinos, ingleses, alemanes, argentinos, italianos, hindúes, franceses, coreanos, sudafricanos han creado un mecanismo de trabajo colaborativo.

¿Cómo lo hacen?

Primero, el lenguaje de comunicación y trabajo que utilizan es el lenguaje de programación: PHP, java, html, Python, Perl y muchos otros.

Han creado espacios en internet en los que comparten sus lineas de código. Un equipo de entre ellos hace las veces de administradores. Verifican el funcionamiento de sus programas, los traducen a multitud de idiomas y los entregan al mundo. Ha sido un aporte enorme, no ausente de vicisitudes y en medio de una lucha contra los grandes monopolios de la informática.

Los servidores de internet, aquellos que posibilitan que la información nos llegue a nuestra computadora o celular, utilizan sistemas libres. También los utilizan las universidades más grandes e importantes del mundo.

Los gobiernos cada vez logran comprender la importancia estratégica del software libre y deciden cambiarse y de paso ahorran importantes cantidades de dinero a sus pueblos, claro, siempre presionados por los negocios o negociados propuestos por los monopolios.

Esos miles de programas se han organizado en distribuciones cuya característica es la de darles unidad, funcionalidad y estabilidad. Una distribución soluciona la mayoría de requerimientos del usuario promedio, incluye programas del sistema operativo y aplicaciones como libreoffice, juegos, educativos, científicos y un enorme etcétera.

Entre las distribuciones más conocidas tenemos a Ubuntu, Mandrake, Redhat, Suse, Arch. Puppy. Stallman creó la FSF (Free Software Fundation) que sostiene que las siguientes distribuciones de GNU-Linux son libres: ututo, trisquel, musix, gNewSense, blag, dinebolic.

Si desea obtenerlas, simplemente búsquelas en internet, descárguelas y siga las instrucciones. Todos los programadores libres se empeñan en aclarar que libre no significa gratis, pero lo cierto es que la licencia privativa de office de Microsoft más económica cuesta cien dólares al año, mientras que el equivalente libre en GNU-Linux que es libreoffice es gratuito.

Los programas libres que tienen costo económico en general solicitan donaciones voluntarias o sugeridas de cinco o diez dólares. Es decir, sus precios generalmente son bajos. Sin embargo, la sostenibilidad económica obliga a pensar en lo que yo denomino la “quinta libertad”.

En Ecuador existen miles de usuarios de GNU-Linux. Un buen número de ellos está integrado en la ASLE, Asociación de Software Libre del Ecuador, -de la cual soy uno de sus fundadores- organización que promovió que el actual gobierno emita un decreto que ordena que las computadoras que utiliza el Estado utilicen software libre; además realiza actividades como ferias en las que se da a conocer más sobre este movimiento y se instala gratuitamente cualquier distribución GNU-Linux en su computadora y de esa manera evita que los usuarios finales del software sean conocidos como “piratas”, mote con el que se conoce a quien utiliza software por el que no paga.

Stallman, que ha venido al Ecuador varias veces, sostiene que el Software Libre es un movimiento político, pero no se autodefine como comunista, que es de lo que le acusan en Estados Unidos. No logra percibir que su activismo es incompatible con el sistema productivo capitalista pues limita la posibilidad de obtener ganancias y promueve la apropiación social del conocimiento. Ambas inaceptables para el sistema capitalista.

Cómo descubrí el software libre

Este vídeo es una traducción al español de una historia muy común: muchos conocimos del software cuando eramos niños o jóvenes, pero nuestra primera interacción fue con programas pagados y privativos.

Todo lo contrario a lo aprendido en el jardín de infantes: compartir no era bueno. Es más, es ahora un delito. Pese a ello, muchos usuarios de programas y de computadores, han optado por violar la ley y usar software privativo sin pagarlo.

Yo ahora creo que la ley de propiedad intelectual debe ser cambiada, pero no por ello violo la ley. Ahora uso software libre en casi todo lo que uso, como este blog, que está levantado en software libre. O la computadora en que escribí esto.

Este vídeo fue presentado en el Festival Latinoamericano de Software Libre realizado en 2011 en Ecuador:

Video conmemorativo del FLISOL 2011. Narrado por Rafael Bonifaz. Basado en su blogpost con el mismo titulo, subido por JZA.
Editado por Alexandro Colorado usando el software Audacity y Cinelerra. Contiene clips del remix de la canción del Software Libre por Richard Stallman, una versión re-mezclada llamada The Ghost in Software.
FLISOL: http://www.installfest.info
Rafael Bonifaz: http://rafael.bonifaz.ec/
Audacity: http://audacity.sourceforge.net/
Cinelerra: http://cinelerra.org/
Cancion del Software Libre: http://www.gnu.org/music/free-softwar…

Nota: Citar aquí un vídeo de YouTube no debe ser tomado como una adhesión o aprobación del tipo de licencia que usa esa página.

La izquierda y el Software Libre

Por muchos años ha sido controversial la relación entre Software Libre y una corriente ideológica, como es la izquierda. Parcialmente porque la izquierda no ha comprendido la tecnología y parcialmente porque quienes trabajan en Software Libre, encuentran más similitudes entre los principios del Software Libre y los principios del libre mercado (ausencia de barreras de entrada, libre elección de proveedores, entre otros).

Sin obviar que esa discusión sigue latente, queremos ahora reproducir un artículo de Diego Saravia y Rafael Rico, publicado originalmente en Rebelión.

'Bill Gates' loves IBM

Casi siempre el software privativo se asocia con multinacionales que no comparten el conocimiento. En la foto: Bill Gates. Foto: Paul Hudson

 

¿Por qué la izquierda debe defender el Software Libre?

 

 

 

Recientemente se ha publicado en Rebelión algún artículo que podría poner en duda la defensa del Software Libre por parte de la izquierda. Sin embargo, muchos de los lectores habituales de Rebelión, que conocen a fondo el tema del Software Libre, las Tecnologías de la Información y Comunicación, TIC, y el Conocimiento Libre, defienden la libertad del conocimiento como punto fundamental de la izquierda.

Mucho se publica sobre Software Libre pero quizás no queden claro las razones fundamentales para defender el Software Libre y la importancia que tiene en la nueva era de las TIC.

La humanidad, en su desarrollo, ha transitado por los caminos trazados por la evolución en la gestión del conocimiento. El primer intercambio importante de información entre seres humanos comenzó con el lenguaje oral. La escritura marcó el inicio de la «historia» permitiendo la transmisión de experiencias, conocimiento e información en el tiempo. La imprenta facilitó la difusión masiva de conocimiento e ideas, dando paso al desarrollo científico-técnico y, con él, a la revolución industrial y al capitalismo. Actualmente, con el desarrollo de las TIC, el conocimiento y la información se puede multiplicar, difundir y transmitir instantáneamente a cualquier parte del mundo. Esto tendrá unas consecuencias imprevisibles en la sociedad, entramos en una nueva era, la era del conocimiento.

El concepto de Software Libre

La clave para entender la importancia del Software Libre está en lo que llaman “La Propiedad Intelectual” y su implicación en la acumulación de capital. El Software Libre habla de 4 libertades en este sentido:

0 La libertad de usar el programa, con cualquier propósito.

1 La libertad de estudiar cómo funciona el programa y modificarlo, adaptándolo a tus necesidades.

2 La libertad de distribuir copias del programa, con lo cual puedes ayudar a tu prójimo.

3 La libertad de mejorar el programa y hacer públicas esas mejoras a los demás, de modo que toda la comunidad se beneficie.

La primera de las libertades, la del usuario, la libertad para usar el programa, es la que la mayoría de los usuarios conoce, es la que, en principio, le afecta directamente. Que si es gratis, que si en países como Cuba se puede usar sin restricciones (las licencias de Software Privativo limitan su uso en determinados países por intereses políticos de las transnacionales del software), que si las copias son legales, etc.

Pero la segunda libertad, la libertad de estudiar el código, significa soberanía e independencia frente al dominio de las transnacionales. El software privativo es como una caja negra que se desconoce su funcionamiento. Se restringe la libertad de conocer cómo funciona para controlar el negocio.

Tenemos un ejemplo claro con lo que pasó con Petróleos de Venezuela, PDVSA, en el año 2003. Ante la inminente nacionalización de la industria petrolera por parte del gobierno venezolano, la derecha organizó un paro petrolero que durante varios meses paralizó la economía del país. El PIB llegó a bajar más de un 20%. El estado trató de recuperar el control de su industria pero el “cerebro” de PDVSA estaba controlado por empresas privadas de software privativo que impedían la recuperación del control de la industria. Un país entero sometido a través del control del Software.

El control del conocimiento y la tecnología es una forma de dominación tan poderosa como la económica o, incluso, la militar.

Cada vez más procesos de nuestra vida cotidiana se controlan por Software, no sólo en nuestro ordenador o computadora, también en nuestros celulares o dispositivos portátiles, cualquier operación bancaria, cualquier compra, cualquier gestión administrativa, etc. Todos estos procesos se controlan por software. Si nosotros no controlamos el software, el software nos controlará a nosotros.

La cuarta libertad permite mejorar el programa y distribuir las mejoras. El restringir esta libertad frena el progreso y el desarrollo. El Conocimiento, por su naturaleza, se puede compartir, no es exclusivo, y se multiplica. Compartir una idea con algunos compañeros permite mejorar la idea, hacerla crecer, y, si son cientos o miles, a través de internet, la idea se «dispara». Frenar este proceso creativo es frenar el desarrollo.
La pregunta, ¿Por qué la izquierda debe defender el software libre?

Si pensamos que la izquierda defiende a los trabajadores y la derecha a los capitalistas, la respuesta es automática.

El Software Libre evita la capacidad del capital intelectual propietario de generar renta porque crea un conjunto de software que puede ser usado, estudiado, replicado y modificado sin límites, y en forma gratuita, y que, además, compite eficazmente con el modo anterior de producción de software.

En el campo del software, si se impone el Software Libre, sólo se podrá ganar dinero brindando servicios y programando todas las tareas que requieren trabajo de alta capacidad.

Se termina así la explotación básica de pagar un sueldo a un programador y luego recibir dinero por cada copia de su trabajo que se distribuye.

Es necesario recalcar que quien rentabiliza el trabajo intelectual del creador, no es el trabajador, es la empresa que se apropia de su trabajo al registrar la propiedad intelectual para su beneficio. Es decir, los empresarios no sólo se apropian, tumbados en su hamaca, del trabajo del trabajador, sino, que, además, con la rentabilidad de la propiedad intelectual, una vez finalizado el trabajo, con la reproducción ilimitada y la distribución del producto, seguirán beneficiándose en su hamaca sin que nadie esté generando riqueza real.

La Propiedad Intelectual es una poderosa forma de explotación y de dominación. El único país en el mundo con balance positivo en intercambios de rentas virtuales, es decir, que se beneficia de las leyes que protegen a la propiedad intelectual, es EEUU. Inglaterra está balanceada, ni gana ni pierde, y el resto del mundo pierde.
El Software Libre e Internet

Internet permite que la difusión del conocimiento no esté ligado a un soporte físico. Este hecho modifica las relaciones de producción de conocimiento.

Se ha demostrado que, con Internet -estructurada con Software Libre-, la creación de software, habilitada la colaboración universal por la libertad y el derecho a la solidaridad digital, es más eficiente. Además, su propia dinámica reproductiva es superior a la del software privativo. Por lo tanto, es materialmente imparable. No es una cuestión de ideología o de decisiones políticas, su crecimiento forma parte de la estructura económica de base de las sociedades del conocimiento generadas por Internet.

El Software Libre en la Sociedad del Conocimiento

El crecimiento del capital intelectual opera como un “escape” del sistema capitalista a las limitaciones materiales, energéticas y ecológicas. Nuestro planeta es finito, la cantidad de capital y su valor está limitado por los recursos y la energía. En cambio, el capital intelectual puede crecer infinitamente y así dar cada vez menos participación del ingreso al trabajo. Licuar este capital es esencial para que se cumplan las predicciones marxistas sobre la baja de las tasas de ganancia dada la saturación en capital de las economías centrales.

Por tanto, en la Sociedad del Conocimiento, la contradicción fundamental es entre la libertad del conocimiento y la privatización del conocimiento.

El concepto de conocimiento libre es equivalente, en las sociedades del conocimiento, al concepto de capital en las sociedades industriales.

El punto central del conflicto político en las últimas centurias fue sobre la propiedad privada o pública de los bienes de producción. El conflicto central de las nuevas sociedades del conocimiento será sobre la libertad, o no, del conocimiento que será fundamental en las nuevas formas productivas y comunicativas.

Los debates internos

Esta verdad es, sin embargo, incomprendida por muchos de los que defienden las ideas del Software Libre sólo como una forma de ética, las 4 libertades, en definitiva, sólo como una forma ideológica que amplia el concepto de los derechos humanos a la era de las sociedades del conocimiento estableciendo como derecho humano fundamental el derecho a conocer, comunicar y ampliar las tecnologías que cada uno usa. Derecho sin el cual quedaríamos atrapados en la red de máquinas que usamos para vivir.

Es decir, muchos sólo ven en el Software Libre la ideología del derecho humano pero no su poderosa capacidad transformadora de la sociedad, sobre la cual se sustenta esta ética. Si Stallman se hubiese limitado a enunciar sus ideas y no hubiera creado (junto a otros) el software necesario con el contenido «viral» de la Licencia Pública General, GPL, nada hubiera acontecido.

Las comunidades de Software Libre suelen enfocarlo sólo como una cuestión ética, independiente de la cuestión de su efectividad materialista, que es mejor percibida por los defensores del «Open Source», quienes lo ven como un medio y mecanismo para producir mejor software. Desde ambos posiciones, algunos insisten en que el Software Libre no es una cuestión política.

Muchos también rechazan la consigna de que todo el conocimiento sea libre y sólo hablan del conocimiento funcional o útil, como diciendo que no son socialmente necesarias otras expresiones como el arte.

También hacen la diferencia entre derecho de autor, marcas y patentes. Lo cual, si bien es correcto desde el punto de vista legal, desde el punto de vista económico todas estas formas crean capital virtual. Crean escasez donde naturalmente no la hay. El conocimiento no es naturalmente escaso, es necesario aplicar la fuerza policial del estado para reprimir el compartir. Si yo me como una manzana, nadie mas podrá comerla, si yo comparto una idea, todos podemos usufructuarla, no pierdo mi idea e incluso se multiplica y se mejora.

A través de Internet, las ideas se difunden, se multiplican y mutan a escalas inimaginables, y esto, en el caso del Software, es imparable.

Desde estas comunidades “sólo éticas”, se construye la idea de que libre no es gratis. Aunque la realidad muestra claramente que al Software Libre se «baja» de Internet sin costo adicional a la existencia de la red, y sin pagar a sus autores o distribuidores. En realidad es gratis, que no está mal, y es esencial a su perfil de instalación .

Dentro del movimiento del Software Libre, las derechas liberales, que tienen como punto de partida que el Software Libre destruye a los monopolios, y las izquierdas, por los argumentos que hemos mostrado, tienen cabida en el debate.

El Software Libre, y sus comunidades, generan ámbitos de debate y lucha social.

La influencia sobre la sociedad

El movimiento social del Software Libre es uno de los pocos movimientos de resistencia que, a escala global, ha logrado ofrecer una alternativa global a lo que se opone. Hoy cualquiera puede desarrollar sus actividades informáticas prácticas con casi el 100% de Software Libre. Internet funciona en su mayoría con Software Libre.

Sus conceptos están contribuyendo y aportando a la construcción de nuevas formas económicas en redes participativas. En estas nuevas formas de organización, cada trabajador opera con su propio capital y regula sus tiempos y formas de trabajo, es dueño de sus medios de producción, y, en cooperación con otros trabajadores, a través de internet, tiene la posibilidad de competir con las grandes industrias del software.

Se está produciendo una mutación en las relaciones de producción de consecuencias impredecibles y, para algunos, imperceptibles, a través de los cambios que generan las TIC y su espectacular impacto en las transacciones de información y conocimiento.

Las redes y el software coordinan. Hasta ahora, se han necesitado grandes capitalistas y mandos industriales para coordinar, administrar y controlar (Fordismo), poco a poco, este hecho, está sufriendo una transformación. A medida que los humanos se han ido capitalizando (al menos en las sociedades centrales) éste importa menos y no puede generar tanta renta (falta de escasez) y, a medida que la informática puede coordinar, tampoco se necesitan mandos ni controles (“ni amos ni patrones”). Por lo tanto, el futuro de la producción industrial podría estar dirigiéndose a una producción distribuida y, quizás, sin explotación.
La Izquierda

Ante esta última afirmación, sea arriesgada, descabellada, acertada o equivocada, la izquierda debe de anticiparse y asumir la grave responsabilidad de analizar estos procesos y no continuar rezagada a remolque de las Think Tanks de derechas.

Hay que prestar atención a estos fenómenos. Hay que pensarlos, analizarlos y participar. La izquierda, y sus conceptos, tienen un futuro brillante en la nueva era que se avecina. La contradicción fundamental de la sociedad capitalista podría estar mutando en esta nueva era, como lo hizo con las sociedades agrarias, o el feudalismo. Entramos en otra era. Las contradicciones podrían ser otras, las clases sociales otras, las luchas otras. El límite podría dejar de ser el capital y sería el conocimiento, y, quienes se lo apropien en forma exclusiva, serán los privilegiados. Por tanto, es fundamental para la izquierda defender que el conocimiento sea libre.

De cara a la sociedad, es esencial que los pensadores y militantes de izquierda, se apropien (en forma no exclusiva) de este conocimiento para usarlo en su actividad y también como concepto. Estamos en un momento de cambios. Y el software libre está en el centro de estos cambios.

Izquierda que no vea esto, no es izquierda.

Nietzsche sobre la diferencia entre el Software Libre y Open Source

Pese a que estos temas filosóficos se debaten desde hace mucho tiempo, aún para muchos, no es clara la diferencia entre el concepto Software Libre y el concepto Open Source (que en español debiera ser Código Abierto).

Nietzsche

Inadvertidamente, Nietzsche nos mostró diferencias entre el open source y el Software Libre. Foto: Herald Henkel.

"Todo el que disfruta cree que lo que importa del árbol es el fruto, cuando
en realidad es la semilla. He aquí la diferencia entre los que creen y los
que disfrutan." - Nietzsche

Mientras el software libre consagra 4 libertades, en open source se permite el acceso al código fuente, pero no se permiten modificaciones o compartir tales modificaciones.

Comparación encontrada en Wikipedia:

Las 4 libertades del software libre Las 10 premisas del software de código abierto
Ejecutar el programa con cualquier propósito (libertad 0)
(privado, educativo, público, comercial, militar, etc.)
Libre redistribución: el software debe poder ser regalado o vendido libremente.
Estudiar y modificar el programa (libertad 1)
(para lo cual es necesario poder acceder al código fuente)
Código fuente: el código fuente debe estar incluido u obtenerse libremente.
Distribuir el programa de manera que se pueda ayudar al prójimo (libertad 2) Trabajos derivados: la redistribución de modificaciones debe estar permitida.
Distribuir las versiones modificadas propias (libertad 3)
(para lo cual es necesario poder acceder al código fuente)
Integridad del código fuente del autor: las licencias pueden requerir que las modificaciones sean redistribuidas sólo como parches.
Sin discriminación de personas o grupos: nadie puede dejarse fuera.
Sin discriminación de áreas de iniciativa: los usuarios comerciales no pueden ser excluidos.
Distribución de la licencia: deben aplicarse los mismos derechos a todo el que reciba el programa.
La licencia no debe ser específica de un producto: el programa no puede licenciarse solo como parte de una distribución mayor.
La licencia no debe restringir otro software: la licencia no puede obligar a que algún otro software que sea distribuido con el software abierto deba también ser de código abierto.
La licencia debe ser tecnológicamente neutral: no debe requerirse la aceptación de la licencia por medio de un acceso por clic de ratón o de otra forma específica del medio de soporte del software.