
Esta es una respuesta al texto firmado por Roberto Aguilar, en la página 4pelagatos.
El pasado 15 de junio, 4pelagatos publicó un texto que acoge todas las críticas que han expresado los dirigentes de la Asociación Ecuatoriana de Software.
1. La falacia del pozo envenenado
El texto parte de presumir la crítica al proyecto de ley, basada en descalificar a su promotor (en este caso, René Ramírez). La primera crítica al proyecto es, precisamente, que viene del escritorio de Ramírez. El texto incurre en una falacia de envenenar al pozo: especie de ad hominem que parte de asumir que todo lo que promueve Ramírez fuere errado (retóricamente lo denomina «un ejemplo de progresismo, altivez y soberanía para el mundo») y, por tanto, el Código también lo es.
2. El primer hombre de paja: no vendrán multinacionales
Afirma a continuación que el Código impedirá la entrada de empresas como Google o Facebook. No explica esta afirmación, pero cabe preguntarse si tiene sentido que cualquiera de ellas se instale en Ecuador, cuando ambas ya tienen oficinas en Colombia. Facebook, de hecho, se ha aliado con el gobierno colombiano para dotar de un método de captura de audiencia erradamente promocionado como internet.org, estrategia duramente criticada por defensores de derechos humanos y del principio de neutralidad de la red. En un mundo globalizado, las actividades económicas de las multinacionales pueden gestionarse a través de oficinas regionales que cubren a varios países. Ni Perú, con el tamaño de su PIB y su apertura económica, tiene oficina propia de ambas multinacionales. La verdad es que es indiferente que haya o no Código de Ingenios: igual las multinacionales gestionan sus operaciones internacionales con oficinas regionales.
3. El periodismo no puede volverse publi-reportaje
Aguilar publicó su texto a propósito de un llamado «debate» (en realidad, se llama debate cuando hay opiniones contrarias argumentando, no cuando hasta el moderador está de acuerdo) promovido por algunos empresarios del software (no todos) que tuvo lugar en la página de Facebook de Diario El Comercio en días pasados. El nivel de profesionalismo actual de Diario El Comercio ha sido retratado en la propia 4pelagatos. Esperamos una cobertura más equilibrada de un medio como 4pelagatos.
4. El «viejo» debate Software Libre vs. Software privativo: más actual que nunca
Reporta Andrade que Mathew Carpenter encuentra viejo o carente de sentido el debatir entre software libre y software privativo (aquel generalmente sujeto al pago de regalías y que siempre impide acceder al código fuente). Es de nuestra opinión que el debate sobre la forma de compartir conocimiento, seguirá siendo de actualidad mientras haya licencias o permisos limitados, y otras licencias más abiertas.
Si bien en el mercado pueden haber programas, aplicaciones o soluciones que compartan licencias de una u otra naturaleza, al final el producto termina siendo libre sólo si las licencias lo permiten. Por ejemplo, para su periodismo, 4pelagatos usa WordPress, la herramienta de software libre de publicación de contenidos más difundida, sin embargo, para sus contenidos, se reserva todos los derechos (ver pie de página en su página de inicio), igual como la Presidencia protege sus obras con derecho de autor.
Y debatir sobre si el gobierno debe, con recursos públicos, comprar bienes de acceso público, o comprar productos licenciados, sigue siendo actual. De hecho, países que han establecido leyes que promueven usar el software libre han debatido este tema tan reciente como 2013 en Uruguay, 2014 en Italia y 2016 en Bulgaria.
5. Falacia de la pendiente
Si bien el proyecto establece el uso de software libre y estándares abiertos en universidades, también contiene una excepción: no están sujetas a esta obligación en aquellos casos en que no pudiere ser reemplazado por software libre:
Quedará excluida de la autorización prevista en los incisos anteriores, la contratación de actualizaciones de software adquirido previamente a la entrada en vigencia de este Código; y, los sistemas que por razones técnicas o comerciales no puedan ser reemplazados por software libre. Estas adquisiciones serán debidamente motivadas por parte de la autoridad contratante e informado a la entidad rectora del sistema de contratación pública, para su control ex post.
La Universidad debiera formar en función de principios y conceptos, las herramientas que usen son algo secundario. Pero, en todo caso, los estudiantes no deben temer una posible imposibilidad de contratar aquello que fuere necesario para su formación.
Como tampoco debieran temer los doctores que los tomógrafos no puedan usar su software privativo, ni los petroleros, que sus taladros no puedan usar sus programas de fábrica. Tampoco debe haber problemas con la semaforización o con cualquier actividad gubernamental que por razones técnicas o comerciales no puedan ser reemplazados por software libre.
6. Sobre el porcentaje fijo de beneficios para obras
AESOFT ha criticado, por otro lado, el artículo 111, que prescribe una distribución obligatoria del 10% de los beneficios económicos derivados de una obra. No hemos encontrado un país con regla semejante, para poder evaluar sus impactos. En el modelo de negocio que usa software libre, no existe regalías, por lo que esta Asociación no ha tomado una posición. Sí sabemos, como ha sido público, que el secretario de Educación Superior ha descartado esa redacción en el texto final.
AESOFT ha luchado por retirar esta norma del texto final. No sabemos si lo logren, pero la misma norma, por la globalización, puede disuadir la realización de otras industrias, como la cinematográfica. No sería comprensible que el legislador fije un porcentaje fijo para ciertas obras, pero no para otras.
7. Usar software libre en el gobierno es mirar por el bien común
Finalmente Andrade transcribe las críticas que los proveedores del Estado hacen al artículo 136. Este artículo dispone el uso de software libre en el sector público. Como hemos visto, hay excepciones permitidas por la ley. Además, esto no obligará al sector privado a adquirir el software que desee.
En ninguno de los países, ciudades o regiones que han decidido que su gobierno use software libre, ha quebrado su industria local. Es más, inclusive ha crecido. Es verdad que algunos proveedores del Estado deberán migrar de modelo de negocio, pero hay que considerar que, con o sin Código, no es una estrategia empresarial plausible, el dedicarse a vender primordial o exclusivamente al Estado: ya no hay presupuesto estatal para los grandes contratos que, tanto en obra, como en servicios como en software (privativo o libre) se ha visto en el pasado.
8. El miedo de los #15.000empleos menos: falta de datos + falacia del otro hombre de paja
Pero la afirmación que menos sustento tiene, es la que da título a la nota: 15.000 empleos menos, afirma Aguilar, basado en la etiqueta que inventó AESOFT.
En el informe sobre el estado del arte, en el sector software, realizado por CEPAL para la Vicepresidencia de la República, se menciona que, a 2013, habría 7.000 empleos aproximadamente. No es creíble aceptar que, de 2014 a 2016, el número de empleos se haya más que duplicado, especialmente por ser años de contracción económica en casi todos los sectores.
Al ser preguntado sobre esta cifra, el Presidente de AESOFT afirmó que su cifra sale de sumar el empleo de las compañías registradas bajo el CIIU (un código de actividad económica establecido por Naciones Unidas) en la información presentada a la Superintendencia de Compañías, Bancos y Seguros. ¿Cuáles códigos CIIU? AESOFT se negó a contestar.
En la clasificación CIIU, las actividades de desarrollo de software podrían encontrarse en varios códigos, que a su vez engloban a otras industrias del sector, como los proveedores de internet o las operadoras telefónicas, por lo que es difícil determinar cifras exactas sólo con información meta estadística.
Pero hay una falacia encerrada en ese título: estimar que, con el Código, el 100% de empleos vayan a perderse, que no se vayan a generar nuevos empleos en otras áreas (por ejemplo, si los usuarios migran hacia software libre, habrá profesionales que migren también su modelo de negocios) y presume que los empresarios no tendrán visión empresarial suficiente para vender servicios (de uno u otro tipo) a nuevos mercados o de nuevas formas. A este tipo de falacias, las denominamos crear un hombre de paja.
9. Un ad hominem final
Incurre, finalmente, el texto en otra falacia: tacha el concepto de que el gobierno use software libre, afirmando que la idea viene de teóricos que asesoran al gobierno y que tienen «todo el tiempo del mundo» para pasarse en la Asamblea.
Ninguna de esas conjeturas tiene demostración alguna (que la idea haya surgido de los teóricos, que los teóricos sean asesores, que les sobre tiempo y que se pasen siempre en la Asamblea). Pero los hechos ciertos es que quienes están hablando al oído y tienen tiempo para ello, no están precisamente promoviendo el software libre.
10. Un pedido
Como es de público conocimiento, el brazo de la Ley de Comunicación no llega a los medios digitales. Por fortuna, sí llega el ánimo del periodista profesional de llevar a sus lectores, información completa, para que cada uno se forme su criterio. A ese ánimo queremos apelar, para plantear que 4pelagatos reproduzca esta carta abierta.
Asociación de Software Libre del Ecuador
Actualización 1 (8 julio 2016): Mathew Carpenter ha afirmado en Twitter que Google tiene oficina en Perú. La página oficial en inglés de Google que señala las direcciones de sus oficinas en países no muestra Google Perú. La página oficial en castellano, tampoco.
Actualización 2 (8 julio 2016): Nunotsc ha afirmado en un comentario en 4pelagatos que Roberto Aguilar presentó en su texto original a Mathew Carpenter como programador. Luego cambió la redacción. La página 4pelagatos, capturada en archive.org el 16 de junio, lo presenta como programador. La versión actualmente difundida de la misma página lo presenta como ex gerente de Google y Twitter.